Autor: Eddie Calvo Díaz
Este niño viajó con su abuelo desde Alajuela y ambos son marimberos. Según nos dijeron a mi hermana y a mí nunca se habían comido un granizado gigante. Ellos piden permiso a los dueños de los quioscos para tocar. No reciben ninguna remuneracón y esperan que la gente les ayude.